Habitualmente a los estudiantes de bachillerato, se les empieza hablar con insistencia sobre ¿qué carrera seguirán? ¿qué harán? ¿qué futuro desean para ellos?, entre otras. Y es justo en ese momento que muchos futuros bachilleres, empiezan a reflexionar sobre su futuro. Y no es porque no hayan pensado en lo que les gustaría hacer, sino que, no han tomado decisiones y acciones concretas sobre este horizonte de oportunidades y dificultades que se avizora.
Cuando se piensa en una carrera, no debería pensarse simplemente en ¿qué estudiar?, sino cual es el estilo de vida que nos gustaría seguir, nos gustaría trabajar solos o rodeado de personas; nos gustaría estar a cargo de muchas personas o solo responsabilizarnos de nuestra labor; ser líderes o seguidores. El ¿cómo? lograr nuestra realización personal va depender de responder a estas preguntas, guiados casi exclusivamente por nuestra vocación.
Debe entenderse a la vocación como, las facultades propias y adquiridas que nos vuelven aptos para desempeñar una actividad, con la mayor felicidad posible. Desgraciadamente no siempre la actividad profesional coincide con nuestra vocación, sin embargo, nuestra vocación por alguna ciencia, arte o actividad, será irremediablemente algo que deberíamos terminar ejerciendo formalmente o no.
Junto a lo anterior, es importante indicar, que la vocación personal, no es única. De hecho, es necesario, que cada persona diversifique sus talentos y tendencias sobre diferentes áreas de las ciencias, artes y tecnología. Esto se logra nunca dejando aprender y observando nuestro entorno constantemente.
En virtud de lo anterior, cada institución junto a sus estudiantes, debe procurar formar en ellos un “Proyecto de Vida”, que permita a jóvenes y adolescentes, tomar las mejores decisiones, con la información adecuada, respecto a su vida afectiva-social, familiar, sexual, académica, entre otras.
En general, hablar de selección de carrera, como el “siguiente paso de nuestra vida”, es limitante, y esquiva muchos otros aspectos importantes del desarrollo del ser humano. En lugar de esto, se sugiere que cada estudiante, siga un plan, trazado previamente, con ayuda de sus padres y docentes, sin copiar estereotipos y sobre todo conseguir el mayor aporte posible a la sociedad a la que se pertenece en paz y armonía.